Intervención en la empresa en las primeras fases de acoso

Los problemas de acoso laboral ocurren porque se toleran. Las personas del entorno no intervienen, escudándose en que se trata de un problema personal que sólo concierne al acosador y al acosado. Sin embargo, debemos ser conscientes de que es muy difícil que la victima sola pueda hacer frente a la situación y de que, si alguien con un poco de poder se enfrenta a la situación, el acoso podrá bloquearse.

El mobbing se instala en una empresa porque esta no ha sabido estructurarse de una forma en la que este tipo de violencia no aparezca. El acosador suele ser una persona integrada en la empresa, segura de su puesto, con poder nominal o real y que está bien considerada por el resto de trabajadores. En esta situación, el acosador no suele encontrarse con alguien con el suficiente poder y las ganas para enfrentársele, por lo que siente que tiene el poder absoluto sobre su víctima.

Para que una empresa se encuentre preparada para intervenir en los casos de acoso laboral, debe tomar las siguientes medidas:

  • Aceptar los conflictos: Pensar que nunca va a haber problemas personales y que el clima laboral siempre será positivo es utópico y poco realista. La empresa debe ser consciente de que aparecerán conflictos y que son algo normal en la convivencia en una organización. Si seguimos pensando que no es posible que surjan problemas, no estaremos preparados para enfrentarlos cuando aparezcan.
  • Planificar y diseñar las relaciones sociales en la empresa: A pesar de que las relaciones entre seres humanos son muy libres, por lo que no podremos controlar todos los factores, debemos diseñar las relaciones dependientes del trabajo y cuidar de las relaciones independientes del trabajo. Para ello, podemos entrenar a los trabajadores en relaciones interpersonales, en estrategias de resolución de conflictos… También debemos diseñar sistemas de presentación, acogida e integración de los trabajadores nuevos y cuidar la selección de personal.
  • Contar con servicios internos de psicología: Si la empresa puede permitírselo, es muy recomendable contar con un servicio permanente de asistencia psicológica para los trabajadores. Este servicio puede ayudar a los trabajadores en sus problemas personales, proporcionarles apoyo psicológico y desarrollar acciones preventivas contra el acoso laboral.
  • Identificar las deficiencias en el diseño del trabajo: Debemos detectar los puestos que provocan un alto nivel de estrés (poco control y autonomía, poco tiempo…) y cuidar la conducta de los lideres en resolución de conflictos.
  • Desarrollar unas reglas claras y explicitas para la resolución de conflictos personales que garanticen la dignidad y protección de los trabajadores. Para ello podemos diseñar sistemas de mediación y arbitraje, garantizar el derecho a la queja y proteger el anonimato.

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